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jueves, julio 27, 2006

¡MAYOR ORGULLO GRACITANO!

Por: Evelin Antolinez
Email: paisana1709@hotmail.com


El pueblo de Altagracia se encuentra henchido de orgullo ante el éxito alcanzado por uno de sus hijos: Carlos Julio Bandres González, quien fue ascendido a Mayor de la Guardia Nacional, tras años de dedicación y entrega.

Carlos Julio nació hace 38 años en suelo orituqueño, en el seno de una familia humilde, de muy pocos recursos económicos, por eso, al terminar el bachillerato en el liceo Ramón Buenahora, se le presentó un dilema, el mismo que viven y sufren muchos de nuestros jóvenes venezolanos: el deseo de continuar una carrera universitaria y la imposibilidad de costear esos estudios. En la Fuerza Armada, Carlos Julio, vio una luz de esperanza para lograr su objetivo.

- La verdad, y te lo voy a decir con mucho sentimiento, yo no tenía inclinación por la milicia. Yo lo que tenía era una gran necesidad. Pasé tres años consecutivos presentando la prueba en la FAN., buscando una beca, una ayuda…

Al fin su perseverancia rindió frutos.

- En el año 1988 dejaron entrar a este muchacho gracitano. Fue estando adentro donde nació mi inclinación por el componente castrense. Aun recuerdo ese 16 de octubre cuando mi padre, Lino Bandres, me fue a entregar. Le dije a mi papá: “de aquí me sacan de dos formas, una es graduado y la otra es muerto.”

Salió graduado y con honores, sin embargo, su progenitor no llegó a disfrutar de sus logros. Por ello una nube de tristeza empaña su mirada cuando habla del tema.

- Quince días antes de mi graduación se murió mi papá. No me pudo ver graduado. ¡Todavía siento un gran dolor por eso! Yo, humildemente, me gradué entre los primeros, fui el noveno de mi promoción y a los primeros siempre los mandan a las escuelas a ser instructores de relevo generacional. Hoy estoy a la orden del Ministerio de Defensa, soy instructor de cadetes en la Escuela Básica de la Fuerza Armada, la misma escuela que me vio recibir. Doy clases de Moral Militar. Ahora hay una nueva materia que se llama Nuevo pensamiento militar, que se basa en el marco de la Constitución, en el valor y el sentir del nuevo militar venezolano, que no es el mismo que atropellaba y abusaba del pueblo. Este militar está ahora de la mano con su pueblo y contribuyendo con el desarrollo de la nación.

Hoy, sus familiares y amigos celebran una nueva meta alcanzada por este insigne gracitano. La Casa Canaria fue el escenario por donde desfiló una constelación de nuevos y viejos valores artísticos de los valles del Orituco. Conjuntos de música llanera, Parrandas de negros de plaza, cantantes de diversos géneros y hasta la Burriquita de San Rafael prestaron sus ritmos y musicalidad para agradar al homenajeado, quien agradecido, abrió su corazón.

- Me siento identificado ciento por ciento con el Orituco. Si tengo 24 o 48 horas de permiso, me vengo para el pueblo. Me gusta estar aquí, nací aquí, tengo muchos amigos y me gusta compartir con ellos, porque siempre me ayudaron. Nunca me dejaron desmayar y en los momentos en que me quería venir de baja, algún amigo de aquí me daba un espaldarazo, por supuesto, mi padre también. El Orituco siempre ha estado en mi corazón y donde voy siempre hablo de mi pueblo. Estoy muy orgulloso de él. Espero unirme a la campaña de Orituco.com, a esta cruzada de la cultura y de ahora en adelante estamos a la orden.

Carlos Julio, te tomamos la palabra, este espacio es tan tuyo como de todos quienes llevamos al Orituco en el corazón, de los que tienen la fortuna de disfrutar de los amaneceres y atardeceres incomparables del llano y del calor de su gente, así como de quienes solo lo pueden tener en sus sueños y añoranzas.

miércoles, julio 12, 2006

ANDRÈS REYES: HOMBRE UNIVERSAL


Evelin Antolinez
email: paisana1709@hotmail.com
Andrés Reyes…Quién es Andrés Reyes?... Responder que es el director de la casa de la cultura de Altagracia de Orituco es una parquedad, porque Andrés Reyes es eso, pero mucho más, es todo un personaje, digno de descubrir y además es nuestro.
Fácil de identificar por el gorro que eternamente cubre su cabeza, porque como él mismo dice: “sin el gorro soy uno más, con el gorro soy Andrés Reyes.”
De verbo fácil, amante de nuestras tradiciones, profundo en sus reflexiones, todo un filósofo, al decir de su amigo Manuel Añez:

- Es un filósofo aunque él diga que no. Es un hombre que lee, ha estado en una escuela de filosofía por nueve años y eso es lo que le ayuda y le da mucha energía para hacer las cosas.

Pero él insiste que no, que es solo un hombre universal.

- Mucha gente se pregunta: ¿y de dónde salió este? ¿Cual es su título? Y yo les respondo: Mi título no viene de la Universidad. Yo no pasé por la Universidad, porque la Universidad es solo un fragmento, yo pasé por la universalidad…Yo soy Universal.

Cuando lo dice, sus ojitos inquisidores brillan, y brillan de orgullo por haber logrado superar las tantas adversidades con que se tropezó en la vida.

- Yo fui el primer vendedor ambulante de chicha, y cosas de esas, que pasó directamente de un carrito de chicha a director de una casa de la cultura. Mis clientes se quedaron locos cuando un día me llegó una comisión y me dijo: “A partir de hoy, tras tras, usted es el director de la casa de la cultura.” Eso fue en Parapara. Es que el trabajo no defrauda a nadie, el trabajo dignifica al hombre. A mí me pasó una vez que estaba una muchacha dando clases y al salón llegó una señora y dijo: “yo no voy a entra a esa clase. ¿qué me puede enseñar esa muchacha?” Claro, ella se creía una lumbrera y aquella muchacha… Entonces yo le digo: No señora…yo creo que usted sí debe entrar, porque a lo mejor lo que usted debe aprender es la humildad. Porque, ¿usted sabe cuántos equinoccios tiene un año? ¿Y solsticios? ¡¡¡Menos!!!…Para ponérselo más fácil ¿En qué tiempo se puede capar un cochino acá en el llano? Entonces usted tiene todavía mucho que aprender.
Los hechos son los que dicen lo que eres, no la etiqueta que te ponen. Hay que pasar las barreras de la Universidad, ser Universal.

TAN ITINERANTE COMO LA CASA DE LA CULTURA

Andrés Reyes Arias, siendo aun muy jovencito salió a buscar su destino lejos de su Golfo Triste natal, caserío ubicado por allá en las montañas de Guatopo. Así comienza su periplo por los pueblos del Orituco…De Altagracia a Botalón, de Botalón a Lezama, de Lezama a Los Negros, de Los Negros a Libertad y por todos esos poblados. Pero el Orituco le quedó corto y pasó a San Juan de los Morros, Maracay, Caracas, Santa Teresa y Barlovento. De allí, nuevamente a Maracay y más tarde de vuelta al Guárico.

- En 1991 me fui a Zaraza, pero no me fue muy bueno… Y el 30 de diciembre del 95 sacudí mis alpargatas y abandoné el pueblo. Ese mismo día llegué a Parapara, a las cinco de la tarde, en un carro por puesto que se accidentó en la entrada del pueblo, y me quedé ahí. Había vendido todos mis corotos en Zaraza y tenía en mis bolsillos 47 mil bolívares… ¡Imagínate tu…un rialero! Entonces compré una botella de Whiskey de 7 mil bolos y me fui a la Plaza Bolívar con mi cuatro. Cargaba a mi esposa, la niña y el bolso donde llevaba la ropa. Comencé a tocar y a cantar y enseguida se empezó a llenar de gente. Me decían que “vente para mi casa”, “no, que en la mía tengo un cuartito”, “que en la otra tengo una cama matrimonial”…Era como si todos quisieran que nos fuéramos a dormir a sus casas.
Pero esa misma noche le dije a la gente de Parapara: ¡Coño vale! ¿Cómo ustedes dejan perder ese espacio? Ahí se puede hacer una casa de la cultura… y bueno… ¡Yo tengo boca de santo! Y ahí está hoy día la casa de la cultura de Parapara.
Cuando me vine para Altagracia la gente me decía que la casa de la cultura era “Saltamontes”, porque salta de aquí para allá y la nadie sabe donde queda. Yo les decía que no era saltamontes sino itinerante. Pero eso se va a acabar pronto, porque me propuse que la casa de la cultura tuviera una sede propia y lo vamos a lograr. Ya tenemos un terreno en la playera, diagonal al Solar de la Playera. Ahora hay que meterle el pecho para hacer una buena casa de la cultura como se merece Altagracia.


ANDRÉS, CULTOR POPULAR

Moreno de piel, blando de alma, Andrés se pasea por las calles del pueblo, luciendo con orgullo su negritud. Mariselas, guarañas, fulías, jincas y luceros retumban en su sangre. Defensor de nuestras tradiciones y cultor popular que buscar sembrar en las conciencias de las nuevas generaciones el amor por lo nuestro. Toca las maracas, el cuatro y cuanto instrumento se le presente a la hora de rendirle culto a los santos negros, velorios de cruz o fiestas patronales. Su voz engalana los escenarios donde se presenta cuando improvisa sus versos, siempre aderezados con una bebida espirituosa.

- Donde quiera que voy debe ir mi aguardiente, mi bebida espirituosa o espiritual y si no me quieren dar el permiso, pues yo no voy. No porque alguien quiera coartar mi manifestación. Y es que yo conozco el cuento del aguardiente, o sea, agua con fuego: agua ardiente. Que ahora el agua con fuego la vendan fría… ¡ah bueno!

sábado, julio 01, 2006

Se nos fue el Catire Carpio

Evelin Antolinez
Email: paisana1709@hotmail.com
Foto: Cortesìa SACVEN

Este lunes 26 de junio se apagó la voz de uno de los hijos de los Valles del Orituco. Al cielo voló el popular José “Catire” Carpio, dejando una estela de dolor compartido entre los miles de admiradores que añoramos su canto recio y romántico.
La triste noticia fue confirmada por la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela, SACVEN, de la cual era socio.
José Algimiro Carpio Velásquez, nació el 19 de diciembre de 1940 en uno de esos caseríos olvidados de los Valles del Orituco, La Vuelta de Guaya, pero pasó gran parte de su vida en el Oriente del país y en los llanos Apureños. Sin embargo, nunca olvidó sus raíces y con frecuencia su figura altiva, con su inseparable sombrero pelo e`guama, recorría las calles de San Rafael y de Altagracia.
Se inició como cantante aficionado en la Emisora La Voz del Tigre en el programa "Buscando estrellas para el futuro", en los años 50.
El camino al éxito fue duro, pero su tenacidad y talento le permitieron desbrozar los tantos abrojales que encontró a su paso. Es así como llega al programa en vivo "Brindis por Venezuela", conducido por Juvenal Sarmiento, a quien le debe el nombre artístico de "El catire Carpio".
Cuatro años más tarde nace su primer disco con la ayuda del maestro José Romero Bello, quien prestó las cuerdas de su arpa y algunos temas como “Flor de Apure”. De allí en más no detuvo su paso creador. Su incansable huella quedó plasmada en más de 50 producciones discográficas, en las que participó no solo como cantante, sino como compositor y hasta productor.
En los años ochenta nos representó muy dignamente en el Continente Europeo, dejando en alto el nombre del Orituco. Al pisar nuevamente la tierra venezolana fue recibido como todo un ídolo. No había festival llanero o fiesta patronales que no quisieran tenerlo como invitado especial.
Con casi medio siglo de vida artística, fueron muchas las tarimas que contaron con su presencia. Y siempre fue su voz la mejor excusa para que las parejas levantaran el polvo de las calles al bailar sus canciones, como: Guayaba verde, Soy gracitano, Es mi niña, Mi llano es un paraíso, Soy San rafaeleño, Cantadores de mi patria, La mula, La chismosita y Me voy para mi pueblo.
Precisamente con esta última canción se despedía de Caracas por que se iba para su llano querido y decía así:

Mañana me voy mañana
Para mi pueblo natal
Por eso quiero brindar
Porque me voy p’a mi pueblo.
Señores yo me despido de esta linda capital,
No llores caraqueñita, te llevaré en mi cantar…


Hoy es el llano quien llora a uno de sus hijos. Y aunque a su bonita llanura no vuelva a mirarla más, ni a su caballo “Clan de Apure” no vuelva a montar jamás, siempre su voz seguirá retumbando por estas tierras de Dios, inmortalizado en su discográfica y en los tantos programas que grabó para la televisión, como el que el pueblo gracitano pudo recordar este sábado a través del programa Gentilicios del Orituco, por el canal ATV y grabado hace tan solo mes y medio antes de su partida.