Evelin Antolinez
email: paisana1709@hotmail.com
Andrés Reyes…Quién es Andrés Reyes?... Responder que es el director de la casa de la cultura de Altagracia de Orituco es una parquedad, porque Andrés Reyes es eso, pero mucho más, es todo un personaje, digno de descubrir y además es nuestro.
Fácil de identificar por el gorro que eternamente cubre su cabeza, porque como él mismo dice: “sin el gorro soy uno más, con el gorro soy Andrés Reyes.”
De verbo fácil, amante de nuestras tradiciones, profundo en sus reflexiones, todo un filósofo, al decir de su amigo Manuel Añez:
- Es un filósofo aunque él diga que no. Es un hombre que lee, ha estado en una escuela de filosofía por nueve años y eso es lo que le ayuda y le da mucha energía para hacer las cosas.
Pero él insiste que no, que es solo un hombre universal.
- Mucha gente se pregunta: ¿y de dónde salió este? ¿Cual es su título? Y yo les respondo: Mi título no viene de la Universidad. Yo no pasé por la Universidad, porque la Universidad es solo un fragmento, yo pasé por la universalidad…Yo soy Universal.
Cuando lo dice, sus ojitos inquisidores brillan, y brillan de orgullo por haber logrado superar las tantas adversidades con que se tropezó en la vida.
- Yo fui el primer vendedor ambulante de chicha, y cosas de esas, que pasó directamente de un carrito de chicha a director de una casa de la cultura. Mis clientes se quedaron locos cuando un día me llegó una comisión y me dijo: “A partir de hoy, tras tras, usted es el director de la casa de la cultura.” Eso fue en Parapara. Es que el trabajo no defrauda a nadie, el trabajo dignifica al hombre. A mí me pasó una vez que estaba una muchacha dando clases y al salón llegó una señora y dijo: “yo no voy a entra a esa clase. ¿qué me puede enseñar esa muchacha?” Claro, ella se creía una lumbrera y aquella muchacha… Entonces yo le digo: No señora…yo creo que usted sí debe entrar, porque a lo mejor lo que usted debe aprender es la humildad. Porque, ¿usted sabe cuántos equinoccios tiene un año? ¿Y solsticios? ¡¡¡Menos!!!…Para ponérselo más fácil ¿En qué tiempo se puede capar un cochino acá en el llano? Entonces usted tiene todavía mucho que aprender.
Los hechos son los que dicen lo que eres, no la etiqueta que te ponen. Hay que pasar las barreras de la Universidad, ser Universal.
TAN ITINERANTE COMO LA CASA DE LA CULTURA
Andrés Reyes Arias, siendo aun muy jovencito salió a buscar su destino lejos de su Golfo Triste natal, caserío ubicado por allá en las montañas de Guatopo. Así comienza su periplo por los pueblos del Orituco…De Altagracia a Botalón, de Botalón a Lezama, de Lezama a Los Negros, de Los Negros a Libertad y por todos esos poblados. Pero el Orituco le quedó corto y pasó a San Juan de los Morros, Maracay, Caracas, Santa Teresa y Barlovento. De allí, nuevamente a Maracay y más tarde de vuelta al Guárico.
- En 1991 me fui a Zaraza, pero no me fue muy bueno… Y el 30 de diciembre del 95 sacudí mis alpargatas y abandoné el pueblo. Ese mismo día llegué a Parapara, a las cinco de la tarde, en un carro por puesto que se accidentó en la entrada del pueblo, y me quedé ahí. Había vendido todos mis corotos en Zaraza y tenía en mis bolsillos 47 mil bolívares… ¡Imagínate tu…un rialero! Entonces compré una botella de Whiskey de 7 mil bolos y me fui a la Plaza Bolívar con mi cuatro. Cargaba a mi esposa, la niña y el bolso donde llevaba la ropa. Comencé a tocar y a cantar y enseguida se empezó a llenar de gente. Me decían que “vente para mi casa”, “no, que en la mía tengo un cuartito”, “que en la otra tengo una cama matrimonial”…Era como si todos quisieran que nos fuéramos a dormir a sus casas.
Pero esa misma noche le dije a la gente de Parapara: ¡Coño vale! ¿Cómo ustedes dejan perder ese espacio? Ahí se puede hacer una casa de la cultura… y bueno… ¡Yo tengo boca de santo! Y ahí está hoy día la casa de la cultura de Parapara.
Cuando me vine para Altagracia la gente me decía que la casa de la cultura era “Saltamontes”, porque salta de aquí para allá y la nadie sabe donde queda. Yo les decía que no era saltamontes sino itinerante. Pero eso se va a acabar pronto, porque me propuse que la casa de la cultura tuviera una sede propia y lo vamos a lograr. Ya tenemos un terreno en la playera, diagonal al Solar de la Playera. Ahora hay que meterle el pecho para hacer una buena casa de la cultura como se merece Altagracia.
ANDRÉS, CULTOR POPULAR
Los hechos son los que dicen lo que eres, no la etiqueta que te ponen. Hay que pasar las barreras de la Universidad, ser Universal.
TAN ITINERANTE COMO LA CASA DE LA CULTURA
Andrés Reyes Arias, siendo aun muy jovencito salió a buscar su destino lejos de su Golfo Triste natal, caserío ubicado por allá en las montañas de Guatopo. Así comienza su periplo por los pueblos del Orituco…De Altagracia a Botalón, de Botalón a Lezama, de Lezama a Los Negros, de Los Negros a Libertad y por todos esos poblados. Pero el Orituco le quedó corto y pasó a San Juan de los Morros, Maracay, Caracas, Santa Teresa y Barlovento. De allí, nuevamente a Maracay y más tarde de vuelta al Guárico.
- En 1991 me fui a Zaraza, pero no me fue muy bueno… Y el 30 de diciembre del 95 sacudí mis alpargatas y abandoné el pueblo. Ese mismo día llegué a Parapara, a las cinco de la tarde, en un carro por puesto que se accidentó en la entrada del pueblo, y me quedé ahí. Había vendido todos mis corotos en Zaraza y tenía en mis bolsillos 47 mil bolívares… ¡Imagínate tu…un rialero! Entonces compré una botella de Whiskey de 7 mil bolos y me fui a la Plaza Bolívar con mi cuatro. Cargaba a mi esposa, la niña y el bolso donde llevaba la ropa. Comencé a tocar y a cantar y enseguida se empezó a llenar de gente. Me decían que “vente para mi casa”, “no, que en la mía tengo un cuartito”, “que en la otra tengo una cama matrimonial”…Era como si todos quisieran que nos fuéramos a dormir a sus casas.
Pero esa misma noche le dije a la gente de Parapara: ¡Coño vale! ¿Cómo ustedes dejan perder ese espacio? Ahí se puede hacer una casa de la cultura… y bueno… ¡Yo tengo boca de santo! Y ahí está hoy día la casa de la cultura de Parapara.
Cuando me vine para Altagracia la gente me decía que la casa de la cultura era “Saltamontes”, porque salta de aquí para allá y la nadie sabe donde queda. Yo les decía que no era saltamontes sino itinerante. Pero eso se va a acabar pronto, porque me propuse que la casa de la cultura tuviera una sede propia y lo vamos a lograr. Ya tenemos un terreno en la playera, diagonal al Solar de la Playera. Ahora hay que meterle el pecho para hacer una buena casa de la cultura como se merece Altagracia.
ANDRÉS, CULTOR POPULAR
Moreno de piel, blando de alma, Andrés se pasea por las calles del pueblo, luciendo con orgullo su negritud. Mariselas, guarañas, fulías, jincas y luceros retumban en su sangre. Defensor de nuestras tradiciones y cultor popular que buscar sembrar en las conciencias de las nuevas generaciones el amor por lo nuestro. Toca las maracas, el cuatro y cuanto instrumento se le presente a la hora de rendirle culto a los santos negros, velorios de cruz o fiestas patronales. Su voz engalana los escenarios donde se presenta cuando improvisa sus versos, siempre aderezados con una bebida espirituosa.
- Donde quiera que voy debe ir mi aguardiente, mi bebida espirituosa o espiritual y si no me quieren dar el permiso, pues yo no voy. No porque alguien quiera coartar mi manifestación. Y es que yo conozco el cuento del aguardiente, o sea, agua con fuego: agua ardiente. Que ahora el agua con fuego la vendan fría… ¡ah bueno!
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